Comprobado con mis 0,06250000 BTC que el bitcoin no servía como medio de pago, porque en ningún sitio me los aceptaban, ni era un producto peer-to-peer, porque cuando hacía una transferencia con ellos en seguida me llovían comisiones de todos los lados, quise probar otra cosa que estaba muy candente.
Intenté diseñar un plan de pensiones aprovechando el carácter deflacionario de esta moneda. Se trataba de calcular la cantidad de euros que tenía que cambiar por bitcoin con la finalidad de que produjeran 1.000€ mensuales durante 10 años. Estaba claro que si se quería que el plan de pensiones fuera para un plazo mayor la cantidad de euros a invertir tendría que ser mayor.
Con los datos de los tres años precedentes calculé que el aumento del valor del bitcoin podía ser de 3,25% mensual. Partiendo de un valor inicial del bitcoin de 7.000 €/BTC calculé que necesitaba comprar 4,30142857 BTC por valor de 30.110 €.
Partiendo de estas cantidades iniciales, al final del primer mes el bitcoin valdría 7.227,50 €. Vendiendo 0,13836043 BTC obtendría los 1.000€ de pensión para ese mes y me quedarían 4,16306814 BTC. De este modo, mes tras más, al final del décimo año solo me quedarían 0,00049395 BTC que al precio de 325.016,40 €/BTC valdrían 160,54 € que repartiría entre mis nietos.
Tal y como van las cosas este año, sería prudente no haber vendido ni un solo bitcoin, con lo que llevaría 5 meses sin pensión bitcoin a espera de mejores tiempos. Si al final de año se alcanzaran los 20.000€/BTC podría sacar la cantidad de bitcoines equivalentes a los 12.000€ del año.