La primera vez que oí que en la etapa ICO de Cryptosolartech iban a lanzar un plan de bounties pensé en el El motín de la Bounty, navío inglés de finales del siglo XVIII, y del que se hizo una película en 1962 protagonizada por Marlon Brando.
Bounty significa generosidad y en el caso de las ICO se llama a un premio que generosamente se entrega a los que hacen propaganda del proyecto a través de las redes sociales.
La avalancha de aspirantes a las bounties, si no al motín, me recordaron a la toma de la Bastilla. ¡Qué espectáculo! Me recordó también a los antiguos bautizos en los pueblos, en los que al salir de la iglesia, los chiquillos del pueblo se arremolinaban alrededor del cortejo para recoger los caramelos y las almendras que se echaban al aire para celebrar tan feliz acontecimiento.
Esta muchedumbre que acude a recoger los tokens que se regalan en la ICO se apresuran a venderlos en el momento que se ponen en un exchange para su comercialización.
Algunos socios de la empresa en proyecto se ponen muy nerviosos porque los que recibieron los tokens en las bounties se apresuran a venderlos a cualquier precio. Tanto mejor, será un buen momento para comprar tokens a un precio menor que en la Pre-ICO.
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